31 de mayo de 2010

Menos pobres e indigentes entre los menores de 18

PRIMER INFORME OFICIAL SOBRE EL IMPACTO DE LA ASIGNACION UNIVERSAL POR HIJO EN CHICAS Y CHICOS

Pagina12, lunes 31 de mayo de 2010

Por Martín Granovsky

En la población que comprende desde los recién nacidos hasta quienes no cumplieron los 18, el 14,6 por ciento está bajo la línea de pobreza y el 2 por ciento bajo la línea de indigencia. En 2003, esos números eran del 64,1 por ciento y del 30,3 por ciento, respectivamente. Las cifras forman parte del informe que la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia llevará al Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, que sesionará el jueves y el viernes en Ginebra.

Antes del efecto de la Asignación Universal por Hijo, el índice de pobreza había bajado al 21 por ciento (en lugar del 14,6 post-Asignación) y el de indigencia al 5,1 por ciento (tres puntos más que el 2 por ciento alcanzado).

De acuerdo con la propia definición oficial, los hogares que están por debajo de la línea de pobreza no pueden satisfacer necesidades alimentarias y no alimentarias esenciales, como la vestimenta, la educación y la salud, incluidas en la llamada Canasta Básica Total.

Los hogares por debajo de la línea de indigencia no cuentan con ingresos suficientes como para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas.

Los números sobre pobreza e indigencia desde 2003 hasta 2009 y el cambio posterior que se operó surgen de un documento que calculó entre otras variables qué impacto tuvo la Asignación Universal por Hijo de manera específica en la población de 0 a 17 años.

Las cifras fueron elaboradas por la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Paola Vessvessian, que encabeza la delegación argentina a Ginebra.

La Asignación es otorgada por el Estado desde 2009 a 3.518.000 niños de todo el país. Pueden cobrarla los menores de 18 años o discapacitados si sus padres están desempleados, trabajan en el mercado informal o perciben un salario menor al mínimo cuando trabajan en el servicio doméstico. La suma mensual por hijo es de 180 pesos y requiere una sola condición: el padre o la madre cobran primero el 80 por ciento. El Estado paga el 20 por ciento restante cuando recibe una constancia por parte de los mayores que verifique que el niño cumple con sus obligaciones escolares y los planes de vacunación y prevención sanitaria.

Sólo en la provincia de Buenos Aires, con eje de destinatarios en el Gran Buenos Aires, los beneficiarios directos superan el millón de personas.

La Asignación repercute sobre el poder adquisitivo de la familia cuyo hijo recibe la asistencia del Estado. Pero hasta ahora nadie había introducido en las estadísticas generales la proporción de población de entre 0 y 17 años para comenzar la estimación de hasta qué punto la ayuda mejora la situación de vida de la franja más joven de la Argentina.

El informe señala que la elaboración se realizó sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec. El propio documento reporta que la encuesta “es un programa nacional de producción permanente de indicadores sociales, cuyo objetivo es conocer las características socioeconómicas de la población”. Añade que lo realizan de “forma conjunta el Indec y las direcciones provinciales de estadística”, que se efectúa “en 32 conglomerados urbanos” y que “representa aproximadamente a un 75 por ciento de la población urbana”.

“Desde 2003 hasta la fecha se ha logrado sacar de la pobreza a más de tres millones de niñas y niños, y de la indigencia a más de 1.700.000 personas”, dice el informe del Ministerio de Desarrollo Social.


Vessvessian dijo a este diario que la secretaría “lleva a Ginebra el resultado de varias políticas públicas que se vienen aplicando simultáneamente”, pero aclaró que de ninguna manera la delegación describirá un trabajo terminado.

“Como dice el informe que escribimos, el Estado alcanzó logros importantes; pero aún queda mucho por hacer porque, pese a la caída en las tasas de pobreza e indigencia, persisten niveles de pobreza intolerables y diferencias geográficas en los presentes indicadores que resultan preocupantes”, dijo la secretaria.

Tanto el progreso histórico como las diferencias geográficas son palpables a través de las estadísticas que muestra el propio informe.

Para la población de entre 0 y 17 años, los índices de pobreza medidos sin la Asignación muestran estas características:

- En el Gran Buenos Aires, la cifra pasó de 64 por ciento en 2003 a un 9,7 en 2006, hasta llegar al 8,8 de 2009.

- En la región del Noroeste argentino, los números de pobreza pasaron de 73,3 por ciento a 52,6 por ciento, y de ahí al 28,5 en 2009.

- En el Nordeste, las cifras habían llegado al punto más alto del país, con 74,8 por ciento en 2003. En 2006 eran de 60,4 por ciento y en 2009 de 37,8.

- En Cuyo, la evolución muestra un 64,7, un 39 y un 19,2 por ciento en 2009.

- En la Región Pampeana, 59,1 por ciento, 36,3 y 19 por ciento.

- En la Patagonia, 43,8, 21,9 y 5,9 por ciento.

La progresión total marca el paso de un 64,1 por ciento en 2003 a un 40,9 en 2006, hasta el mencionado 21 por ciento en 2009 antes de ponderar las estadísticas, introduciendo los cambios generados por la Asignación Universal por Hijo.

Los números de indigencia, en tanto, revelan este panorama histórico para la población de 0 a 17.

- En el Gran Buenos Aires, las cifras fueron de un 28,3 inicial a un 13,3 por ciento en 2006 hasta llegar al 5,4 en 2009.

- En el NOA, 36,2 por ciento, 19 y 7,6 en 2009.

- En el NEA, 44,1, 23,6 y 11,8 por ciento.

- En Cuyo, 27,6 por ciento, 12,3 y 4,4.

- En la Región Pampeana, 30,4, 13,3 y 5,2 por ciento en 2009.

- En la Patagonia, 18,3, 8,1 y 4,7 por ciento.

- Y el total antes de la Asignación muestra un 30,3 en 2003, un 14,3 de niños indigentes en 2006 y un 5,1 por ciento en 2009.

El informe destaca que con los más de 300 millones ejecutados en materia de Asignación Universal en noviembre y diciembre aumentó el Gasto Público Social Nacional dirigido a la niñez en un 0,2 por ciento para 2009. La ejecución prevista para 2010 lo haría aumentar alrededor de un 6,5 por ciento.

“La incorporación de la Asignación Universal por Hijo al cálculo del Gasto Público Social Nacional dirigido a la Niñez incrementaría por sí solo este indicador en un 14 por ciento para el ejercicio 2010”, señala el texto que la delegación lleva a Ginebra.

27 de mayo de 2010

Ampliar la asignación para que sea universal

Desde nuestro blog "SER HIJOS/AS NOS IGUALA" queremos contribuir al debate sobre la Asignación Universal por Hijo/a y difundir las discusiones y posiciones que llevan a cabo distintos actores políticos con respecto a esta medida.




Conferencia de prensa:
Se presentó esta mañana el material sobre Salario Familiar Universal en la Argentina a partir de una Asignación Universal por Hijo de $ 300.

Con la presencia de diputados nacionales y dirigentes nacionales y provinciales de la CTA, junto a Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y representantes del Foro por los derechos de la Niñez de la Provincia de Buenos Aires, se presentó esta mañana, el material sobre Salario Familiar Universal en la Argentina a partir de una Asignación Universal por Hijo de $ 300.
 
La presentación y lanzamiento de los materiales elaborados por el Equipo Estadístico del Instituto de Empleo y Formación de la CTA y el equipo de Comunicación de la Constituyente, en el marco de la Campaña Bicentenario sin Hambre, busca instalar públicamente la necesidad -y posibilidad cierta- de implementar un salario familiar universal que permita acabar con el hambre destinando recursos que no provengan de los jubilados a través de la ANSES.

“Más del 30% de nuestra gente vive en la pobreza y el 15% pasa hambre. No hay estadística que pueda maquillar esta realidad” comienza diciendo la publicación y avanza con números duros: “2.103.347 de nuestros chicos no cuenta con agua corriente en su vivienda ni cloacas en sus hogares; más del 2.000.000 viven en zonas inundables; casi 750.000 chicos en edad escolar (5 a 18 años) no asisten a ningún establecimiento educativo”.
 
La propuesta, que cuenta con el respaldo de los diputados Graciela Iturraspe, Liliana Parada y Eduardo Macalusse, junto al bloque de Buenos Aires para Todos en Proyecto Sur, propone un salario familiar de $300 pesos para todos los menores de 18 años; para todos los hijos de los trabajadores y trabajadoras de este país.
 

Un Salario Familiar Universal que garantice un mismo valor para los hijos de todos los trabajadores independientemente del tipo de relación laboral que desarrolle. Esta política social de carácter universal tendría varios efectos positivos:
  • Concreta un derecho social que actualmente es negado para el 65% de los menores en la Argentina 
  • Tiene un impacto favorable e inmediato en la pobreza: la conformación de un ingreso mínimo para los hogares hace descender la tasa de pobreza del 33,8% al 23,8% (esto representa una caída en la tasa del 30%). 
  • También bajaría la tasa de indigencia: pasaría del 14,6% al 4% (una caída del 73%).
  • Dignificará a los niños/as y sus familias que percibían planes sociales por su condición de pobre al pasar a percibir una Asignación Familiar por su condición de ciudadanos/habitantes con derechos y dejar de tener que verse sometidos a demostrar su condición de “pobres” o “vulnerables”.  
  • Generará una situación de justicia social al pasar todos los niños y niñas de la Argentina a tener el mismo valor para el Estado.
Es decir, universalizando el salario familiar por hijo a $300, la pobreza se reduce a la mitad y el hambre desaparece de la Argentina.
 
“De los 13 millones de pobres, 6 millones son menores de 18 años. Es impactante que solo con el 1.7 por ciento del producto bruto interno nosotros resolvemos terminar con el hambre”, expresó la diputada Liliana Parada y agregó que es este un "tema para tomar en serio, porque el ingreso universal, debe ser universal. Y entendemos que un camino, y en el marco de la Constituyente Social, va más allá de la redistribución de la riqueza, esto hace a la soberanía de una Nación, a la soberanía alimentaria de un pueblo. Este país no está de fiesta con el 30 por ciento de su gente bajo la línea de pobreza”.
 
En el marco del Bicentenario se da la discusión y el debate sobre qué país queremos tener. Y hay diferencias y similitudes con el centenario: una de las similitudes es que buena parte de la población ni en el centenario ni en el bicentenario tienen garantizada la alimentación ni la salud, que son derechos básicos y están escritos en la Constitución pero no se cumplen”, dijo por su parte, Eduardo Macaluse y agregó que “no es un problema de dinero, es un problema de decisión política y de distribución justa o injusta de la riqueza que producen los trabajadores en este país”.
 
Nora Cortiñas destacó lo relevante de este proyecto: “Hubo un paso muy importante, pero también es importante la igualdad. Este plan nos va a redondear esa satisfacción que queremos que tengan todos”.
 
Víctor De Gennaro concluyó que el avance que ha significado el que 3 millones 400 mil chicos cobren 180 pesos que no cobraban, pero esto tiene que ser completado con la verdadera dimensión de la universalidad. “Hoy esta asignación deja afuera a dos millones y medio de chicos que por distintas formas de la aplicación de los planes no cobran el salario familiar. Con lo cual es una discriminación”. Agregó además que si se elevara a 300 pesos “se termina la inmoralidad del hambre en la Argentina. Es cuestión de decisión política”.

Para mayor información y descargar el material: Constituyente Social

20 de mayo de 2010

Ministerio de Educación y AUH


La Asignación Universal por Hijo (AUH) es una política nacional, que por su alcance y magnitud, no tiene precedente en la historia de nuestro país. Es parte fundamental de una política social cuyos ejes son el abordaje integral, la equidad territorial y el fortalecimiento de las familias como medio para lograr la máxima satisfacción de los derechos de la niñez y la adolescencia entre los que se encuentra el derecho a la obtención de una buena calidad de vida, a la educación y a la salud.

La educación construye justicia social y es nuestro compromiso promover la inclusión educativa y brindar una enseñanza de calidad, que hoy se ve fortalecida por esta acción que apoya a las familias que más lo necesitan, al promover la inserción de niños y jóvenes que se encuentran fuera del sistema educativo y el acompañamiento a las trayectorias escolares de los que, estando escolarizados, presentan dificultades que ponen en riesgo su continuidad.

En el marco de la implementación de esta política, el Ministerio de Educación, en conjunto con los ministerios de las provincias, implementará una serie de medidas que apuntan a promover el desarrollo de ofertas educativas alternativas, agilizar procesos administrativos e instalar dispositivos pedagógicos que garanticen el acceso, permanencia y finalización de la escolaridad obligatoria.

A continuación se presentan lineamientos y estrategias que forman parte de la implementación de esta política, en términos educativos.